Fedro emprende un viaje en moto con Chris, su hijo de once años. Mientras recorren las carreteras de Estados Unidos, el arte del mantenimiento de la motocicleta pasa a ser una bella metáfora de cómo conjugar el frío y racional mundo tecnológico y el cálido e imaginativo mundo del arte. Como en el Zen, se trata de concentrarse, observar y apreciar los detalles, hasta llegar a fundirse con la propia actividad, ya sea ésta una caminata por el bosque, escribir un ensayo o tensar la cadena de una motocicleta. El viaje, entendido como el seductor anhelo de recorrer diferentes lugares del mundo pero también como una travesía interior, sirve a Pirsig para guiar al lector en las cuestiones filosóficas del arte y la técnica, el valor y la utilidad, la dialéctica y la retórica, guiado por los guiños de la carretera y los caminos. En Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta, el cuidado diario de las piezas mecánicas, su correcto funcionamiento y el necesario equilibrio de las partes que componen el todo encierran la historia de la filosofía occidental desde los ojos de Oriente, y Pirsig consigue conciliar ambas miradas. La magia de esta novela, que marcó a millones de lectores en todo el mundo, reside en su capacidad de cautivar al lector mediante una entrañable historia mientras explora nuestra herencia filosófica, de Sócrates a Kant, con el valioso contrapeso de las corrientes orientales.
«Supongo que todo escritor sueña con el tipo de éxito que Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta ha tenido en los últimos veinticinco años: entusiastas reseñas, millones de ejemplares vendidos en veintitrés idiomas, una descripción en la prensa como “el libro de filosofía más leído de todos los tiempos”».
Robert M. Pirsig
Robert Kolker
Juan Gómez Bárcena
Peter Kuper
Carlos Velázquez
Jon Lee Anderson
Jeff Tweedy