Con Lila, finalista del Premio Pulitzer, Pirsig vuelve a trasladarnos, esta vez por mar, a un mundo alejado de toda banalidad. Fedro se ve inesperadamente «obligado» a compartir con Lila unos días en su barco. Un fuerte vínculo de amor y odio se establece entre ambos, y la irascible Lila, salvaje y frágil al tiempo, se convierte en un fascinante objeto de observación. La travesía, que comienza en el río Hudson, refleja el viaje mental a través de la estoica sabiduría de los indios de Estados Unidos, la sofocante hipocresía de los principios victorianos, la monstruosa seducción de una ciudad como Nueva York y la oscura concepción social de la locura, que quedó patente en los electroshocks administrados a Pirsig cuando éste experimentó una «esquizofrenia catatónica», o «iluminación dura», dependiendo la perspectiva que se adopte.
«Lo que hace tan difícil ver el mundo con claridad no es su extrañeza, sino su normalidad. La familiaridad puede cegarnos».
Robert M. Pirsig
Vivian Gornick
Claudina Domingo
Rebecca Makkai
Douglas A. Martin
Wenceslao Bruciaga
Morris Berman
David Grossman